Toponimia de Benilloba
LA ACADEMIA VALENCIANA DE LA LENGUA, edita la sección de onomástica.
La publicación la podemos descargar en el siguiente enlace: BENILLOBA_TPV
En la publicación podemos leer la siguiente descripción:
Benilloba está situada en la comarca del Condado, a 520 metros de altitud sobre el nivel del mar, en medio del valle formado por las sierras de Mariola, de Almudaina, de Alfaro, de Aitana, Serrella y la Serreta, todas con elevaciones superiores a los 1.000 metros. Tiene 821 habitantes y un término municipal de 9,5 km2, atravesado por el río Frainos o de Penàguila. El clima es ligeramente continental, relativamente lluvioso, donde son frecuentes las heladas en invierno y con una temperatura media anual de 15 ° C.
Fue una antigua alquería musulmana. El 1316 pertenecía a Bernat de Cruïlles; en 1317 se separó de la parroquia de Penàguila. A principios del siglo XVII pertenecía al conde de Aranda; en cambio, en 1757 pasó al de Villagigedo.
La existencia de fábricas textiles ha hecho de Benilloba uno de los pueblos más prósperos de la comarca. Actualmente no hay ninguna industria que destaque, aunque cada vez tiene más protagonismo el turismo rural y la construcción de la segunda residencia.
Las fiestas mayores se celebran a mediados de agosto en honor de San Joaquín (conocido en el pueblo como santo Xotxim), con las fiestas de Moros y Cristianos y una sorprendente Noche de la Olla, donde se mezcla un desfile humorística con la crítica sobre el actualidad local y nacional. Y durante la primera semana de septiembre los quintos organizan Las Danzas, que se hacen durante cuatro días seguidos en la plaza del Omitir. Mientras un dulzainero y un tabaleter tocan en directo desde un tablado, todo el pueblo participa bailando en la fiesta. De este modo se mantiene viva esta tradición, celebrada normalmente después de la siega y la trilla.
En cuanto al paisaje, destaca el paraje del Salto, donde el río cae desde un desnivel de diez metros; también aquí podemos encontrar los restos de un molino que aprovechaba el caudal del río para producir energía eléctrica. En el barranco de Jamón hay restos de un acueducto musulmán y en la cuenca del río Frainos, de un antiguo molino de harina. El paseo hacia el cerro del Calvario también tiene una gran singularidad, con un bosque de cipreses centenarios desde donde se divisa una vista panorámica excepcional del pueblo y de la comarca. Árboles singulares, como los pinos de Don Pedro, el pino de Turis y el paraje de la colina de Espinós, hacen de Benilloba un pueblo ideal para la práctica del excursionismo.
En cuanto a la gastronomía, los platos más típicos del pueblo son la olleta, la borreta, la pericana y el arroz con costra. Del campo destaca el aceite de estas tierras blancas, abancaladas y arcillosas. Gran cantidad de olivos milenarios repartidas por el término dan testimonio de la importancia de este cultivo.